Especialistas advierten que los menores son los más vulnerables a la manipulación digital y destacan la importancia del control parental frente al avance de la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial transformó la forma de comunicarnos, pero también trajo riesgos. Uno de los más preocupantes es el uso de deepfakes, contenidos ultrarrealistas creados con IA que pueden suplantar voces e identidades de manera casi indetectable.
Ante este escenario, se presentó la guía “Deepfakes e Infancias. Proteger identidades digitales”, una iniciativa que busca acompañar a familias y escuelas en la prevención de riesgos vinculados al uso de IA por parte de niños y adolescentes.
Laura Victoria Bonhôte, abogada especializada en infancia y adolescencia, explicó que la iniciativa surge tras el “boom” de herramientas de IA generativa disponibles sin control alguno: “Cualquier persona, independientemente de su edad, puede usarlas, lo que abre la puerta a abusos y manipulaciones”.
Los especialistas advierten que los deepfakes pueden emplearse para casos de ciberacoso y bullying digital, con videos o imágenes falsas y humillantes de menores, que muchas veces circulan en escuelas o redes sociales con graves consecuencias emocionales.
El material fue elaborado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Santiago del Estero junto con la UBA, la Universidad de Rosario y la Sociedad Argentina de Inteligencia Artificial.
“La protección de niños y adolescentes en entornos digitales debe basarse en la toma de conciencia, el control parental y la prevención. No alcanza con borrar un contenido dañino de internet: las consecuencias emocionales permanecen”, advirtió Bonhôte.
La guía también promueve un uso seguro y lúdico de la tecnología, reconociendo la autonomía progresiva de los chicos y el derecho a consentir el uso de su imagen a medida que crecen.