Realizaron una videollamada usando el teléfono de la víctima. Habría intenciones de capturar a otras mujeres la misma noche que se la llevaron.
La desaparición de Gabriela Fernández, ocurrida el viernes por la noche cerca del barrio Río Paraná de la capital correntina y su posterior aparición en el interior de la provincia de Chaco, a 180 kilómetros de distancia de su hogar, provocó en los últimos días que se abra una investigación exhaustiva. La mujer dijo que la habían raptado varios sujetos en una camioneta gris, que le pusieron una tela en la cabeza y venían hablando de otras mujeres más. Pero el plan se habría desmoronado porque el rostro de “Gaby” apareció por todos lados y decidieron abandonarla. Ayer, una mujer describió un vehículo, con las mismas características, que intentó interceptarla por inmediaciones del barrio “La Chola”. La fiscal Graciela Fernández Contarde dijo que “se están haciendo varias entrevistas”.
Gabriela Fernández declaró ayer ante la fiscal Contarde y sostuvo que la raptaron varios sujetos en una camioneta gris con vidrios polarizados. La mujer había relatado que le colocaron una tela en la cabeza, como un trapo o una remera, que no le permitía ver el rostro de sus captores, y en esa situación estuvo casi todo el tiempo.
Los sujetos hablaban entre ellos con un acento que no sería propio de la región del nordeste, más bien parecida a la zona norteña o puntana, según refirió la joven. Entre ellos hacían referencia a otras mujeres que al parecer tenían planeado captar, como si ya las tuvieran identificadas. Al menos dos mujeres más eran nombradas permanentemente por los sujetos.
Varias horas después de ser capturada y desde el teléfono de Gabriela habrían realizado una videollamada al novio de la mujer y en cuyas imágenes se la podría ver atada de pies y manos en una silla, como si hubiese sido golpeada, según relataron a diario época fuentes reservadas.
Luego de ello, una vez más habrían usado el teléfono de “Gaby”, pero esta vez para hacer un llamado a la cuñada y mejor amiga. Esa llamada duró menos de cinco segundos y al parecer la joven habría sido obligada a gritar “¡auxilio, auxilio !” sin posibilidades de mandar algún tipo de mensaje que direccione la investigación de la Policía.
Este no fue un dato menor para los investigadores, ya que habitualmente en los raptos de los que se tenga conocimiento el celular de la víctima es lo primero que los secuestradores destruyen o hacen desaparecer, pero en esta oportunidad fue utilizado para contactar a los allegados de la víctima. Esto hubiera permitido a la Policía, y a través de geolocalización, trazar una ubicación circunstancial de la víctima, pero no alcanzaron a llevar a cabo este procedimiento. El domingo a la mañana muy temprano, Gabriela apareció en la zona céntrica de la ciudad de Sáenz Peña, en la provincia de Chaco, distante a unos 180 kilómetros del lugar donde había sido capturada.
Vecinos de las calles 11, entre 12 y 14, dieron aviso a la Policía chaqueña de la presencia de una joven que parecía desorientada y lastimada. Cuando los uniformados llegaron, pudieron constatar que efectivamente se trató de Gabriela Fernández cuyo rostro había inundado de fotografías las redes sociales en las últimas 48 horas.
Ayer diario época intentó obtener información con la fiscal del caso, Graciela Fernández Contarde, quien fue cautelosa al indicar: “Por ahora no puedo adelantar nada, estamos investigando sobre el hecho. Se están llevando a cabo varias diligencias, entre ellas entrevistas”, sostuvo.
Se estaría investigando una posible trata de personas, aunque por el momento la Justicia ordinaria no pidió colaboración de las fuerzas federales en el caso. Otra mujer relató ayer a este medio que había tenido un incidente con otra camioneta de color gris oscuro con rayas negras. Fue cerca del barrio “La Chola”. No hay denuncia formal.
