
El ministro de Economía, Luis Caputo, logró imponerse sobre Federico Sturzenegger y tomará el control de dos organismos clave: el INTA y el INTI. El objetivo es concentrar la gestión, reducir estructuras y tener mayor manejo de los recursos.
En las próximas horas, el Gobierno anunciará una nueva medida en el marco del plan de ajuste: la centralización del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), hasta ahora organismos autárquicos con independencia operativa y financiera.
El movimiento representa una victoria política de Luis Caputo, quien absorbió el control administrativo de estos entes que estaban bajo su órbita ministerial, a pesar de que también eran parte del listado de 40 organismos en la mira del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger.
De la autarquía al control directo
Con la implementación de decretos y resoluciones que se conocerán esta semana, el INTA pasará a depender del área de Producción, mientras que el INTI quedaría reducido a una dirección o subdirección dentro de la Secretaría de Industria y Comercio. El cambio implica el traspaso del manejo financiero y administrativo al Ministerio de Economía, debilitando la independencia de ambos institutos.
Tensión política: elogios públicos, disputas internas
Aunque Caputo y Sturzenegger se elogiaron mutuamente tras la publicación de la inflación de mayo (1,5%, la más baja en cinco años), puertas adentro se vive una fuerte tensión. En Economía niegan una pelea abierta, pero admiten roces entre funcionarios de segunda línea por el rediseño de estas estructuras.
Desde Desregulación sostienen que los organismos descentralizados duplican tareas administrativas –como liquidación de sueldos o compras–, y buscan eliminar esa “burocracia infernal” fusionando funciones en oficinas centrales. En los gremios, en cambio, crecen los temores ante una posible ola de despidos, justo cuando en julio vencen cientos de contratos.
El caso INTA: el más complejo
El INTA es un hueso duro de roer: tiene 6.400 empleados y 450 sedes en todo el país. Caputo ya había comenzado a ganar terreno en 2023, nombrando autoridades alineadas, como Norberto Bronzovich en la presidencia, y reduciendo direcciones nacionales con el respaldo de la Mesa de Enlace.
Ahora, el Gobierno busca avanzar sobre el consejo directivo del INTA, que hoy tiene mayoría del sector público-privado (7 integrantes contra 3 del Gobierno). El objetivo es restar un representante rural y sumar uno estatal, para que el Ejecutivo tenga poder de definición en caso de empate.
La pelea por los fondos
El trasfondo de la disputa es económico. Según datos oficiales, el INTA manejó $244.000 millones hasta el 30 de mayo, en su mayoría para sueldos, aunque Sturzenegger estimó que el monto real ronda los $400.000 millones.
El Gobierno quiere redirigir esos recursos al Tesoro Nacional. Gracias a las facultades delegadas que rigen hasta el 8 de julio, puede eliminar asignaciones específicas y canalizar fondos antes destinados por ley al INTA, como los provenientes de derechos de importación y tasa estadística.
“Si sos un organismo descentralizado, podés hacer caja, contratar gente, crecer. Si volvés a ser parte de la administración central, perdés esa autonomía”, explicó Sturzenegger en una entrevista reciente.
INTI: en la mira también
El INTI, con 2.377 empleados y un presupuesto de $85.600 millones (72% destinado a salarios), también será reformulado. Sus ingresos se reparten entre aportes del Estado y venta de servicios al sector privado. Su presidente, Daniel Afione, exejecutivo de Toyota, debió reestructurar el equipo tras la salida de funcionarios que no compartían el rumbo del ajuste.