
Dos hermanos cometieron el robo de una garrafa y un horno eléctrico para después ofrecerlos a la venta casa por casa hasta llegar al domicilio de un hombre que, enérgicamente, se negó y los echó porque no quería problemas. Sin embargo, su actitud de bien fue el detonante para que ambos delincuentes lo agredieran con ensañamiento: mientras era amenazado de muerte rompieron a cascotazos algunas ventanas y los vidrios de un automóvil.
El ataque sucedió el sábado en el barrio Ralín de la ciudad de Curuzú Cuatiá, y dos días más tarde, la Policía allanó el domicilio de ambos malhechores en el asentamiento del barrio Alberdi, por calle Monteagudo. Allí, uno de los protagonistas del robo, amenazas y diversos daños resultó detenido.
Kevin A., de 22 años, estaba durmiendo la siesta sin darse cuenta de la llegada de patrulleros con policías de la comisaría seccional Tercera, a cargo del comisario inspector Roberto Ayala, junto a sus pares de las comisarías Primera, Segunda y del Grupo Táctico Operacional.